Manteros, lateros, personas dedicadas a la venta ambulante y sus redes de apoyo nos hemos reunidos frente al Congreso para recordar que sobrevivir no debería ser un delito.
¿De qué vale que la policía se ensañe con quien gana cuatro duros porque no le queda otro remedio?
¿Por qué tanto esfuerzo en fracturar la convivencia?
¿Es bueno para el bienestar social en que la vida de la gente que sobrevive como puede y sin causar daño se convierta en una pesadilla de multas, juicios y cárcel?
¿Hay alternativa?
LA HAY: DESPENALIZACIÓN DE LA VENTA AMBULANTE.
Queremos el bienestar común y eso pasa por buscar soluciones.